Descubre la experiencia de una estudiante de intercambio en Madrid: consejos para hacer amigos, lugares imprescindibles como El Retiro y Templo de Debod, viajes fáciles por España y todo lo que necesitas saber para vivir en la segunda ciudad más grande de la UE. Tips prácticos, aventuras y lo mejor y lo peor de estudiar y vivir en Madrid

En julio participé en el Vierdaagse en Nijmegen, un evento de 4 días con 160 km de caminata. Durante la experiencia, descubrí que Holanda tiene una cultura rica, con música típica como la volksmuziek y snacks tradicionales. También noté que, aunque pensaba que la sociedad era individualista, hay mucha solidaridad y lugares con una atmósfera acogedora similares a pueblos suizos. Esta experiencia cambió mi percepción del país.

Hace algunos meses hice un viaje desde el norte de España hasta el norte de África. Aproximadamente recorrí 920 kilómetros en línea recta. Empecé en San Sebastián, donde las calles son verdes y elegantes. Poco a poco, mientras iba hacia el sur, todo empezaba a cambiar. Las casas eran más blancas y se notaba más la influencia árabe. Esa transición lenta entre el norte y el sur fue lo que hizo este viaje tan especial. 

En 2024 celebré Midsommar en Suecia con una amiga en una casa con 20 suecos... Bailamos alrededor del maypole, llevamos coronas de flores y comimos salchichas y rollos de canela. En una casa con 20 suecos, preparamos juegos, cantamos canciones tradicionales y disfrutamos del sol de medianoche. Fue una experiencia divertida, llena de cultura, naturaleza y alegría. ¡Un día inolvidable!

El 27 de abril, los Países Bajos celebran Koningsdag, una fiesta nacional llena de color, música y mercados callejeros. Según la edad, se vive de forma distinta: los niños venden juguetes usados, los jóvenes celebran Koningsnacht con fiestas, y los adultos van a festivales de música. En ciudades como Ámsterdam o Utrecht, la gente disfruta del ambiente en los canales. Es un día único que vale la pena experimentar.

Suiza: el país popular por las montañas, el chocolate, el queso, los relojes y las interminables caminatas para caminar o esquiar.

En el sur de los Países Bajos celebramos el carnaval. Lo más importante: nos disfrazamos (y bebemos, bailamos, cantamos…).