160 kilómetros caminando: redescubriendo la cultura y el espíritu de Holanda
- Suzy

- 7 sep
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En julio caminé el ‘Vierdaagse’ en la región de Nijmegen. Es un evento de 4 días en el que se caminan 160 kilómetros en total — 40 kilómetros cada día ( o 50 si eres un hombre). Caminas por muchos pueblos y lugares donde la gente celebra fiestas y anima a los caminantes con frases como “¡puedes hacerlo!”, “¡ya casi llegas!” o simplemente “¡suerte!”.
Fue difícil, pero también muy divertido. Estoy muy contento de haberlo hecho, porque en la preparación por el evento en los muchos caminos que hice y también durante el evento mismo; empecé a pensar muy diferente sobre mi propio país.
En este artículo comparto mis pensamientos sobre los Países Bajos: lo que pensaba antes… y lo que pienso ahora.
Primer descubrimiento
Que en Holanda también somos unidos y ayudamos y apoyamos a la gente que lo necesita.
Durante mucho tiempo pensaba que nunca sería feliz en los Países Bajos. Siempre me sentía muy orgulloso, por ejemplo, de países en Asia o Latinoamérica, donde la gente cuida de sus familias o, en general, de otras personas — en lugar de pensar solo en sí mismos. En los Países Bajos, la gente me parecía muy individualista.
Sin embargo, durante este evento me di cuenta de que no siempre es así. Cada día, casi lloraba de felicidad porque era bonito y tierno ver a tanta gente ayudando a quienes lo estaban pasando mal en el camino.
Y no solo eso: también había muchísima gente a lo largo de toda la ruta que animaba a los caminantes con gritos felices y que ofrecía comida, bebida o lo que fuera para apoyarlos. Había mayores, jóvenes, gente de todas las edades con caras felices y orgullosas de ver a todos caminando. Fue algo realmente especial y me invadió un sentimiento profundo de unión. Segundo descubrimiento Me di cuenta de que en Holanda sí hay cultura, especialmente en la música y los snacks.
Durante mucho tiempo pensé que no tenemos cultura aquí, pero me equivocaba totalmente. Eso no es cierto. Durante el camino vi muchísimas cosas muy típicas de Holanda. Aquí algunos ejemplos: Musica
Por todas partes hay música. La música que se escucha suele ser de uno de estos dos géneros: a) música holandesa tipo "volksmuziek" (una especie de música popular tradicional) y b) hardstyle.
Lo típico de la "volksmuziek" es que suele haber una voz masculina, muchos instrumentos, y siempre se canta en holandés. Si quieres escuchar una canción muy popular durante el Vierdaagse, debes buscar "Baila de gasolina" de Effe Serieus. Otras canciones muy conocidas son "Engelbewaarder" de Marco Schuitmaker o "Jij denkt maar dat je alles mag van mij" de Frans Duijts.
El otro género que se escucha por todas partes es el hardstyle. No tengo mucho que decir sobre esa música… no es para todos, jaja. Pero en este país es muy popular, y el Vierdaagse me hizo darme cuenta de que también forma parte de nuestra cultura.
Snacks Aquí está mi lista de snacks típicos holandeses que se encontraban por todas partes:
Poffertjes: son pequeñas tortitas esponjosas hechas con harina de trigo y levadura. Se cocinan en una sartén especial con cavidades redondas para darles forma.
Drop: un dulce de regaliz negro. Tiene un sabor característico, a menudo salado o amargo, que puede resultar chocante para quienes no están acostumbrados.
Spekjes: son pequeñas nubes de azúcar, parecidas a los marshmallows. Son suaves, esponjosas y dulces, generalmente en colores pastel como blanco y rosa.
Komkommer: el pepino se consume crudo como merienda saludable, especialmente para niños. Se suele servir en rodajas.
Kaasjes: son pequeños trozos de queso, ideales para picar entre comidas.
Tercer descubrimiento
En Holanda también existen lugares con una atmósfera tan agradable y acogedora como la de los pequeños pueblos suizos, por ejemplo.
Desde que viajé por Suiza, pensé que quería vivir allí. Porque en Suiza hay una cultura en los pueblitos basada en la confianza y el compartir. En muchos lugares de Suiza (no en las ciudades) hay pequeñas tiendas o puestos en los jardines donde puedes comprar cosas como fruta, porque tienen árboles frutales en sus jardines, o queso hecho por la persona misma. También he visto muchas casas con armarios llenos de libros donde puedes sacar libros para leer. Otra cosa que he visto es que en algunas tiendas no hay personal, y puedes tomar lo que quieras confiando en que pagarás lo que debes cuando pones el dinero en una caja.
Con el Vierdaagse, para el que entrenaba desde marzo, caminé por muchísimos lugares. Los pueblitos cerca de Nijmegen se parecen mucho a los de Suiza. He visto armarios con libros que puedes sacar, puestos con verduras, frutas y frutos secos de los jardines, y mucho más. Entonces aprendí que la vida aquí en los Países Bajos no es tan individualista como pensaba. Hay muchos lugares agradables donde la gente no tiene tanta prisa y no es tan individualista ni está tan orientada al dinero.











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